Nuestro niño, ese chiquito que ha ido creciendo entre post y post, ya tiene dos años. Inicia el despertar a la plena conciencia de todo cuanto ocurre a su alrededor, lo que convierte este momento en una etapa preciosa y que estamos disfrutando plenamente como padres. Para nosotros empieza el momento de inculcar hábitos y establecer límites, en definitiva de asentar las bases del hombre o mujer que será mañana. Un reto, realmente, apasionante.

Seguir leyendo «Si la vida es juego, ¡juguemos!»